Independiente

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En 1904, en la histórica Av. De Mayo, de la Capital Federal argentina, los empleados de una tienda llamada A la ciudad de Londres, habían formado un club llamado Maipo Banfield, que intervenía en torneos con otras firmas comerciales o en simples desafíos. Los empleados de menor edad del incipiente club Maipo pagaban su cuota social como el resto de sus compañeros, pero solo les daban el derecho a presenciar los encuentros pero no a participar de ellos.

Esta enojosa situación provoco que estos jóvenes se reunieran en un antiguo bar, “A la salida de la tienda, en el boliche de Victoria (ahora Hipólito Yrigoyen) y Bolívar”. La primera reunión ya era un hecho. Antonio y Nicolás Cabana, Luis y Nicolás Bassou, Juan Ipart y Fernando Aizpuru se sumaron a Rosendo y su hermano, Marcelo Degiorgi. Ocho pibes, todos de 14 a 17 años, iniciaron la sublevación. Aprovechando la marginación de los cadetes en otras tiendas, el proyecto trascendió las fronteras de A la Ciudad de Londres. Y entonces ya nada los detuvo.

En el proceso hacia la independencia, surgió la posibilidad de unirse a otra institución ya constituida. Pero ellos querían ser un club Independiente. Por eso se bautizó por parto natural: “Independiente Foot Ball Club”.

Nombraron presidente provisional al propio Rosendo Degiorgi, cuya familia facilitó una pequeña habitación en su casa de la calle Montevideo al 1500, en lo que sería la primera sede del nuevo club.
Si bien el club se constituyera el 4 de agosto de 1904, el acta de este compromiso no fue conservada, por lo que se tomó como fecha de fundación el 1 de enero de 1905, día que se realizara una importante reunión de la Asamblea Directiva, nombrando socios fundadores a todos aquellos inscriptos hasta ese momento.

La primera comisión directiva oficial recién se constituyó el 25 de marzo de 1905, cuando se eligió como primer mandatario a Arístides Langone. Langone ideó la primera camiseta, blanca, con un bolsillo azul, y la sigla I.F.C. inspirado en los colores de Del Plata Unidos F. C. Sin embargo, el 25 de junio de 1905, también por sugerencia suya, se adoptó el rojo, como la camiseta de Nottingham Forest, equipo inglés que lo había impresionado en su visita a la Argentina, con un 6-0 sobre Alumni.

Para poder conseguir los 10 pesos que se necesitaban para una pelota y un sello, los dirigentes establecieron que la CD no debería pagar 25 centavos de cuota mensual, como todos los socios, sino el doble. Y así pudieron alquilar un terreno, en Gaona y Bella Vista (ahora Donato Alvarez).

Sobre el final de 1905, llegó la primera mudanza, a la avenida Boyacá, y luego a unos terrenos de la Avenida San Martín. En 1906, la Escuela del Oeste les alquiló un terreno en Alvear y Tagle. Pero como le faltaba pasto, a fin de año se fueron a Manuel Ocantos al 600. Ya en 1910, se mudaron otra vez, a La Crucecita, Avellaneda.

El choque con Maipú Banfield, el equipo oficial de A la Ciudad de Londres, llegó el 26 de enero. Y fue 1-0 para Independiente, que ya no era cosa de chicos.

Para el primer clásico con Racing, los vecinos prometían 40 pepas, sí, ¡40 a 0!, pronosticaban las pintadas en la estación. Realmente, Racing llegaba mejor. Por eso, fue meritorio que la diferencia ese 9 de junio de 1907, haya sido sólo de un gol… 3-2, ganó Independiente, claro.

En 1912, la Federación Argentina invitó al Rojo a jugar en Primera División. Y Nunca la abandonó. Un lauro del que sólo pueden jactarse River, Boca e Independiente.

Por otra parte el apodo de Diablos Rojos se lo puso un periodista, por la delantera «endiablada» que tenían en 1926, compuesta por Canavery, Lalín, Ravaschino, Seoane y Orsi.